EN UNA CHARLA SOBRE LAS FIESTAS DE ARBELAEZ.

Sociedades costumbristas y conservadoras se disfrazan de diablos y cohesionan la sociedad en un performance de sudor, alegría y borrachera, mientras el cura del pueblo absuelve a los pecadores cada diciembre, cada vez que una realidad bucólica y solapada se vuelve territorio y es canto y buen clima y el diablo baila con las vírgenes del pueblo.