EN UNA CHARLA SOBRE CRIMENES PASIONALES EN LA BOGOTÁ DE COMIENZOS DEL SIGLO XX.

Un vínculo amoroso con final dramático se vuelve proceso penal y el historiador se entusiasma con la trama de relaciones que allí se suceden.

Existen los celos y la historia lo sabe, las ciencias criminales se entrometen en el disfraz de los abogados y aparecen las penas para quienes matan por amor.
La provinciana, católica y fría Bogotá absuelve a los victimarios argumentando desequilibrio mental, es claro que la justicia valida un argumento dramático que se vuelve novela, que se vuelve sombra, de una sociedad que se repite.