CUENTO FINAL


Soy el sol, ese redondo circulo amarillo que brilla en el cielo, tengo millones de hermanos y hermanas que brillan y giran al igual que yo en el espacio infinito, somos una familia y como toda familia tenemos nuestra propia historia.
Todo comienza hace quince mil millones de años, eso dicen los astrónomos que han querido investigar mi pasado.  En esos tiempos yo aún no existía, existía una abuela cósmica llamada energía que vivía junto a su familia masa en una casa de ladrillos de materia al borde de un abismo.  Un día a esa abuela antiquísima le sobrevino una extraña enfermedad; su temperatura subió más allá de lo normal, haciendo que todas sus extremidades y todo lo que la rodeaba incluyendo su casa de materia y su familia  masa  se comenzaran a juntar, a reducirse, a contraerse en el diminuto palpitar de su silencio.  La abuela energía se redujo tanto que casi desaparece y cayó al abismo de la nada.  En su caída algo llamado densidad comenzó a surgir desde su interior minúsculo, los ladrillitos de materia y la abuela energía junto a esa densidad misteriosa se fueron calentando hasta el punto que no aguantaron más y explotaron en el fondo del abismo.  En esa gran explosión nació mi padre el universo, un viejo insondable que hasta el día de hoy se expande por todas partes.
Después de esa gran explosión conocida por los científicos como la teoría del BIG BANG, los ladrillitos de materia que salieron junto a fragmentos de la abuela energía súper calientes comenzaron a enfriarse dentro de las barbas de mi padre, allí nacieron mis predecesores, dos átomos importantísimos conocidos como el señor Helio y el señor Hidrogeno, quienes por efectos de la gravitación universal se juntaron en el cuerpo de mis hermanas y hermanos, es decir en las estrellas y planetas que hoy viven en los barrios que ha venido construyendo mi padre a lo largo de los años, dichos barrios se llaman galaxias y  están regados por todo el cuerpo de mi viejo querido.  Yo vivo en uno llamado vía láctea, allí yo me doy a la tarea de  atraer con los residuos de mi abuela energía a todo el vecindario, incluso algunos cometas de otros lugares del espacio se sienten atraídos por mí.  Pero eso es tema de otro cuento.